miércoles, 16 de septiembre de 2015

LA NOCHE Y EL FUEGO EN LA POESIA DE WAFI SALIH -



“Que el poeta tiene que ser más adelantado
                                                                                      que el pueblo para levantar la cultura”
                                                                                                                                 Evgueni Eviushenko



                                                                                                                         Carlos Montesinos.

           Desde la noche, como un estado del ser, Wafi logra esa profundidad que le permite la contemplación de su mundo para si alcanzar el origen o la esencia de las cosas hasta sentir el canto, la musicalidad y el colorido de la creación poética Cito: Un pedazo de sombra despoja la noche” (pp 119) “Aun viven/ las horas desechas/ de mi infancia/…Algo las canta/”. Dentro de esa noche surge la luz para dar claridad al hecho creador. No hay creación sin el esperma de la luz; Broch reconoce en la noche una solida fuerte de cambios y transformaciones y afirma: “De ella brota todo lo creado” No sólo Broch tuvo esta apreciación, sino que También, Friedririch Nietzche en El Nacimiento de la Tragedia dijo: “…..todo crecer y evolucionar en el reino del arte tienen que producirse dentro de una noche profunda.” En la poética de la escritora la noche es preponderante, está presente en gran parte de sus poemas; se hace trampolín literario y desde esa trinchera, Wafi Salih, construye la imagen en forma de poema. La teje con meticulosidad y sutileza similar al procedimiento del penelopismo donde la imagen de lo cotidiano y lo pragmático se conjugan con la realidad vivida o no vivida pero, si sentida en la esencia de un verbo que mueve todo el tejido como una unidad congruente de la lengua. Aunque la imagen altera la unidad que tiene el Objeto poético, mas sin embargo, en la obra de esta poeta no sucede porque mientras más disimiles o distante sean las imágenes más nivel literario tienen sus poemas.
            La imagen de la noche trasciende los linderos de las fronteras lingüísticas, del concepto definitorio y de la más radical semántica claustrofóbica de la lengua.
          Esta imagen guarda en su seno un ramillete de apreciaciones que Nerea, en el concepto noche, un cambio en su vestimenta y en el uso de la terminología. La noche pareciera que nace del abismo de las tinieblas al momento de su empatía con el hombre y la mujer: la noche inspira miedo, terror, misterio, desconfianza, inseguridad; además, lo macabro, muerte…pero, también, expresa otra cara dentro del mundo de laqs valoraciones, como si descendiese del universo de los dioses cuyo efecto descansa sobre la condición humana, tal es el caso de: soledad, inspiración, sueños, libertad, ensimismamiento, desprendimiento, abandono, desamparo y dolor. Desde allí, la poesía de Wafi Salih, “Con el Índice de una Lagrima, renace de las profundidades de la noche para hacer oír la voz, de la palabra que se escucha en el silencio más profundo donde la noche deja de ser noche para transformarse en abismo, oscuridad profunda. Cito: La frontera/ desbocada de la noche/bosteza/sus abismos/ (pp.31) Y “Absorbo la amargura/ de todas las noches juntas/ (73). Allí en esa profundidad de la noche la creadora abriga sus dolores y pesares, recuerdos y evocaciones, goces y alegrías, nostalgias y melancolías, los cuales fluyen mediante una luz que brilla en la sobra de esa oscuridad. Cito: Cuanta luz/ guarda la sombra/ de estas hojas/ Esa luz se hace imperceptible a los ojos humanos, a lo tangible, mas no a los ojos creadores del alma, a su intimidad. Además de que su intimidad es la intimidad del lenguaje. Wafi Salih se trasmuta en Pagina blanca para transformarse en lenguaje, en verbo, en palabra que se eleva, que se sueña, que se desarrolla para la gestación del poema. Es el resultado obtenido de un proceso. Un pájaro no puede volar sino se somete al proceso natural de la vida; y es allì, la grandeza de la poeta que adapta sus trabajos a un procedimiento de alfarería hasta alcanzar lo convincente del arte: El edificio de la estética y la musicalidad. Cito: “Soy verduga de mi misma/…/El aire piedra/ en los abismos/de un poema/…/La ternura en vigilia como las nubes/ desmorona su cuerpo/ sobre una página/blanca/”(pp.49).
En Wafi Salih yergue no solamente la noche, sino también la imagen del fuego. Su poesía arde en la oscuridad de la noche y desde allí, experimenta el ardor poético del poema, su melodía, su pasión, sus cambios, su purificación condensada. Cito: “habito/la llama/ inútil/ d este dìa/” (pp65). “Exhalan/ los espejos/un indecible fuego/ de navajas/ (73) “Escribo a la sombra del llanto anticipado/…/insisten en tocarme/ cuando pienso/…/ ¿Qué había de llama en mi nombre/ cuando la luz altero su canto?/ (pp85). En la escritora hay incendio y quemadura. Su poesía brilla en la oscuridad de la noche, de la conciencia abismal.
En el poema se trata de un ardor, de una convulsión, de una llama que llamea en la intimidad de la palabra. Trasciende el poema de Wafi Salih. De allí, el eterno vinculo de la poesía con Eros y Dionisos. Y es por ello, que Rimbaud en una temporada en el infierno, dice: Huele a quemado, es evidente. El habla poética es el mas peligroso de los bienes. El hablar poéticamente requiere de custodia, según Heidegger en su obra Holderlin y la esencia de la poesía. Se trata de cuidar el habla y la poesía, y es lo que inspira desde su soledad, desde su noche encendida de llama, a la poeta. Friedrich Nietzche en El Nacimiento de la Tragedia, dice:…..Todo crecer y evolucionar en el reino del arte tienen que producirse dentro de una noche profunda. En la obra titulada Con el índice de una lagrima de Wafi Salih, se guarda en el fondo de sus poemas, el nacimiento del habla poética cuya preñez se abriga en el silencio, donde solo la voz del poeta, se escucha dentro, en el fondo, en el abismo de sus pensamientos, donde el silencio es habla y el habla es silencio para que pueda gestarse un nuevo ser y se materialice en la Obra poética. Cito: “Saco la noche/ de mis huesos”….”/acabo/ de llegar/ de mi/, (pp129; 123). “/Su olor/de noche/arde/desde mis raíces/en un beso/con sed/de infinito/”…”/El verbo/de su luz/duerme/fuera de los días/…”(pp133). Hay en estos poemas un profundo ardor de brasa, de origen, de esencia que se preña de la noche, allí se gesta, en esa intimidad silenciosa de la escritora; se encuentra consigo misma para luego retornar en palabra que se expande libremente en forma de poesía. Para el nobel mexicano, Octavio Paz, el Silencio dice algo, pues esta preñado de signos. Y añade el escritor: La creación poética…evoca esa parte del hombre relacionada con lo pasivo, con el silencio. Desde esa otra oscuridad que no es la oscuridad del tiempo sin la oscuridad como un estado de la condición del creador, es de la que se vale la poetisa al hacerse habla dentro del silencio para luego dejar fluir libremente de desde afuera, el lenguaje poético o lo que pudiésemos conceptualizar como el habla poética:
Wafi asombra con lo profundo del contenido de sus poemas, la imagen nos revela la conciencia de la interioridad de ese mundo que genera un mundo nuevo. Ese que pertenece y es propio de los creadores. En la poética de la escritora se deja sentir un lugar desde lo invisible similar al descrito por Reiner María Rilke en su obra poética, titulada Rosal Silvestre, dice que el espacio empieza en nosotros y traduce a las cosas. Esa cosa de la que habla el escritor ya está dentro del creador, es conocida en ese mundo por ese Dios que está procesando esa materia prima, refinándola y adaptándola a otra realidad. Cito el poema de Rilke: El espacio empieza en nosotros y traduce las cosas: para lograr la existencia de un árbol, arroja a su alrededor espacio interno, de aquel espacio que en ti se hace esencia. Rodéalo de su comportamiento. El árbol no se limita. Solo en la forma dada en tu renuncia se hace árbol verdadero. En Wafi, hay renuncia, desgarre, exilio y ensimismamiento; aprendió a vivir con su propio espacio: lugar donde ella permite que las cosas existan, hablen y se formen.  Cito:…/Vuelve de otra/intimidad/el alba/ Tos los arboles/crecen/hacia dentro/  (pp31).//Casa/de espinas/habitada/en nosotros/(pp41) 77La rosa/que al mirarla/habito/(pp109)
                En la poesía de Wafi Salih se confirma la existencia de la subjetividad del espacio planteado por Rilke cuyo escenario representa el mundo del creador, su intimidad. Por lo tanto, no hay canto o poema si no se hace intimidad del mundo. Esa intimidad se hace recogimiento en la poeta, soledad que la guarda, creación ensimismada…..desde allí desde esa soledad como un estado del ser creador, donde la creadora se exilia, se aleja, se retira y se aísla dando de si misma para despertar ese mundo que duerme en ella pare revelarlo por medio de imágenes. La imagen de la noche, en Wafi Salih, es pues más que una simple imagen, ella corresponde en cierto modo, a una experiencia profunda que le permite descender, desde el subconsciente, abisma hasta la fuente primigenia de riqueza creativa, llena de sensibilidad y percepción; donde renace el otro como dijera Jorge Luis Borges en Historia de la Noche, cito ·/¿Quién serás esta noche en el oscuro sueño, del otro lado de su muro/” A esta perspectiva Borgeniana se suma Hemann Broch en la Muerte de Virgilio, dice: “Oh, en todas las venas de lo terreno, en todo lo que ha brotado de la tierra, surge la noche, incesantemente convertida en vigilia y conciencia, interior y exterior al mismo tiempo, convirtiendo lo informe en constelación oculta, grávida de sombras, y entre la nada y el ser…., el mundo se torna oscuridad y luz…de ella brota todo lo creado” En ambas exposiciones, sea la de Borges o la de Broch la noche adquiere un carácter de transformaciones, se hace fuete de cambios y renace de la nada para que dentro de esa nada surja el canto melodioso de la poesía. Es por ello que Orfeo al contacto con la noche pudo materializar su canto transformándolo en silencio de vida inconclusa.

                   Toda la poesía de la escritora es imagen. Su poesía es reveladora de signos poéticos, de un habla con cuerpo poético que se origina en el génesis del poema, no dentro de circunstancias exteriores sino en el vientre del poema, en lo más oculto desde allí la poetisa valiéndose de la estructura sucinta y de una profunda sencillez lingüística nos dice: “Un pedazo de sombra despoja la noche” (pp.119). “//El aire piedra/en los abismos/de un poema/(49)Hay una profunda búsqueda abismal de lo alcanzable, donde las cosas deben nacer para que puedan adquirir forma, y así, sean reveladas. Es la imagen que se revela a través del silencio que habla, de la vida la muerte, el dolor, el abandono, entre otros. En ella se alcanza, en cierto modo, la esencia poetica, su espiritualidad; lo que no se ve pero se siente, se palpa y que es proio de los cradores. Asi lo reflejo Boudelaire, Velaine, Rimbaud, Alla Poe, entre otros insignes creadores que lograron profundidad poética a través de lo profundo, no obstante, la creadora Wafi Salih profundiza desde lo sencillo para el renacer de imágenes distantes pero, con una carga semántica profunda. Ese es el Wafismo de Wafi. Un estilo de la escritora que delita al lector con un lenguaje simple y pulcro, imágenes que bullen sencillas pero con una recarga profunda de significados. 

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