El tránsito de la escritura, desde la espera hasta la
meditación que se hace ritmo vivenciado, alcanza duración de lo que va
haciéndose asombro y sorpresa de lo escuchado en el respirar. La pagina como
lugar de reconocimiento y de la memoria reencontrada. La poesía de Wafi Salih
es un llamado de esa sonoridad que se desea como un encantamiento, como un
secreto que apenas escuchado se disipa. Esa levedad es emblema de esta
escritura que se va haciendo en nosotros como el rastro de un silencio
imborrable, de una soledad lentamente conquistada, sorprendida en su vislumbre
de luz: desciendo/ todo el fondo/me elevo/ hacia los altos/ silenciosos /
invisibles / del alba.
(Meditación)
Pocas veces, en nuestra joven poesía, el poema se hace en atención
a un desarrollo orientado a lo esencial donde lo dicho va inscrito en una
musicalidad sostenida; donde no hay ninguna gratitud ni retorica vana, sino,
muy al contrario, un lenguaje que suscita el hallazgo verbal y la entonación de
lo que perdura y se convierte en signo de vitalidad y de la transparencia.
“los cantos de la noche”, es el primer libro de la autora
que nos ocupa y, en el resulta visible el esfuerzo por lograr una voz que
convoca la dicción de una unidad y un despojamiento que sorprende por su deseo
de experimentación, y se descubre como una búsqueda estimulante cuando ya
sentíamos un feroz agotamiento del poema breve entre nosotros. Wafi Salih ha
sabido adentrarnos en un mundo de lograda sutileza donde, al fin, descubrimos
una nueva voz femenina que sabe cantar con soltura y con un halito de naciente
descubrimiento, de intima hondura y de plenitud sensible.
Adentro/ como una llave/ perdida/ en el mar/ me he
negado.
(secreto)
La poesía como un espejo donde el poeta se escucha y
encuentra su destino. El poema como dictado de la sugerencia, de un ritmo que
se constituye en pulsión de escritura. Los poemas de este libro fueron escritos
desde esa necesidad, desde el deseo de nuestra poeta de verse transfigurada en
la pagina, convertida y volcada en lenguaje. De ahí, la intensidad que logra
comunicar esta selección, la nueva autenticidad de esta voz decantada que sabe
encontrar el sueño de la frase y su continua vivacidad.
Refugio/ de pagina/ blanca/ fértil/ pájaro/ sin sombra. (vigilia)
Como el lector notara, por los títulos de algunos poemas y
por claras alusiones y símbolos, el sentir del mundo árabe palpita profundamente
en esta poesía y le confiere un tono de serenidad y de distante belleza; y en
ella somos llevados por una sensibilidad que nos cautiva en el encanto de lo
por primera vez descubierto. Y es que, como ya hemos sugerido antes, la fuerza
de estos poemas esta en esa sencillez y sutileza que nos llega como el fresco
aire de una necesaria poesía naciente, no exenta de cierto exotismo y de una
novedad del canto entre nosotros.
(…)
Como bedunia/ ha recorrido/ los desiertos/ de tu cuerpo/ en
la noche,
(afandi)
Escuchemos, pues,
esta voz que, fiel a los latidos de su interioridad, ha ido creciendo en
el vacio creador de la incesante poesía, en la soledad ganada en la vigilante
humildad, en la sobresaturada contemplación de las palabras, para inscribir en
ellas el enigma o la revelación mas pura.
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