sábado, 22 de agosto de 2015

Vigilia de Huesos: El instante iluminado - Roger Herrera

                                                                                                              



“Siguiendo el sabio consejo de Chuang-Tsé,
                                                                                                                uso su mente sólo como un espejo.
                                                                                                                No aferró nada, no rechazó nada.
                                                                                                                Recibió, pero no conservó.”

                                                                                                                      Eduardo Azcuy.
                                                                                                                                                                Roger Herrera

Después de la iluminación, ¿será qué nos percatamos de la maravilla de nombrar con las palabras?. Dada la poesía sin ataduras, sola, desde la visión directa y personal
sin mediación – sólo entonces la lluvia, será la lluvia - ; como la flor a la que se refiere el poeta William Wordsworth al regresar del Paraíso, sin duda este tipo de expresión, la cual no se separa de la realidad sino que vive y dilata dentro de ella, es lo que percibo en la voz de Wafi Salih.

Palabra u Energía Circulante

Sonrisa interior u energía en circulación en la letra del Haiku, versos que no suelen tener rima, concisos, plenos de intensidad, formados por cinco, siete y cinco sílabas. Palabras hechas desde la vivencia, donde nada  está separado todo es conexión, donde es menester siendo la totalidad del ser en la acción, ausentar el ego-ismo,  vaciarlo, pensar “…con los ojos y los oídos”, desde la Vigilia de Huesos.

Vigilia de Huesos: La puerta del HaiKu

Vigilia de huesos, el sentir edificado desde el Haiku  alude al arte Zen; lleno de percepciones y en una filigrana delgada y transparente donde los instantes se hacen únicos
e irrepetibles. Donde cada gesto es simple en su  universalidad, cada acción es verdadera por su llaneza, cada palabra, cada grafo se hace palpable en el papel como el latido del corazón.

Ser lo que uno es. Aceptarnos como un grano más del universo donde no es necesario el tránsito por el pensamiento.
En estos poemas de Wafi Salih, se vive lo único e irrepetible sin desmedida; no se ansía nada; están los versos faltos de ira, alejados de la envidia y del furor. Está allí en el papel como
una huella y asomados a una ventana  que bien podría ser el mundo; una puerta hecha a la medida de los seres vivientes. Sin lugar a dudas  el presente avanza en su detención a un
accionar del yo privado del egoísmo; amparado en el corredor insólito del universo donde el ying y el yang hacen vórtice en la respiración; sístole y diástole de la armonía donde es
iluminado el hueso de la letra en la vigilia irradiante del Haiku.

Impulso y normativa de la letra.

La prudencia y la humildad que acompañan el Ki o intención  emocional de estos textos permean en el lector una puerta invisible hacia la unidad cósmica; la búsqueda del do (el camino) en el Karate Do o bien en el Tao,  a mi aparecer cada Haiku es una forma una elaboración rigurosa aunque llena de desprendimiento aunada a la Unidad con el universo un cielo despejado (en el papel) donde la palabra es el soplo vital que mueve los juncos de la vida.
También lo invisible tiene cabida en estos hallazgos donde el infinito se postula desde el cuerpo, donde cada gesto alterna en sabiduría con las plantas y los seres más insignificantes y en cuyo fulgor, arrobados nace nuestro consentimiento y respeto por el Otro. A veces la palabra es sólo mancha  en ocasiones solo sombra, plausible al abrigo de la luz, es el salto de un felino, la gracia de la grulla; cada voz, cada acento es día y noche irremediables  en el Tao (camino) en Lao-Tsé en ese  “sentir absoluto” u apariencia de infinito regido por la respiración y en concordancia con impulsos soterrados intuyendo la cascada, el agua,  la burbuja, las rocas, el descenso. Diremos, para dar fin a estas líneas  que Wafi Salih retorno al estado de gracia intuyendo en el abismo la aprehensión de lo real la visualización de lo oculto para mostrarnos ese “otro mundo” vaciado de egoísmo, expulsado de dolor donde convergen la irrepetible y sincera experiencia  de la Vigilia de Huesos.



Roger Herrera R

Noviembre 2010.

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